Analiza la presencia o ausencia de los marcadores de riesgo implicados en 4 tipos de intolerancias:
Los síntomas de las intolerancias (al gluten, a la lactosa y a la fructosa) son muy similares. Por otro lado, la intolerancia a la histamina presenta gran variedad de síntomas que dificultan su identificación. Por eso este análisis genético nos permite determinar el origen de los síntomas para tratarlos de forma personalizada y efectiva. Estudiar cómo afectan los grupos de alimentos a cada individuo podría incluso evitar la aparición de los síntomas gracias a un diagnóstico precoz.
El test i4 Intolerance se recomienda a todas aquellas personas que presenten síntomas gastrointestinales y desconozcan la causa.
Este también se recomienda realizar en personas con sospecha clínica de alguna intolerancia a la lactosa, la fructosa, el gluten, la histamina, o con antecedentes de intolerancias alimentarias.
Una intolerancia alimentaria es una reacción adversa del cuerpo provocada por el consumo de ciertos alimentos. Los síntomas de intolerancia más comunes son dolor de cabeza o de estómago, diarrea, sobrepeso, fatiga crónica, inflamación de las articulaciones y problemas de la piel. La ingestión de alimentos con sustancias para las que somos intolerantes provoca poco a poco problemas de salud severos. Lamentablemente, existe un gran porcentaje de la población sin diagnosticar.
i4 es una prueba genética que permite determinar el riesgo de sufrir intolerancia al gluten, lactosa (no persistencia de lactasa), fructosa e histamina en un mismo análisis.
i4 es un test no invasivo. El ADN se obtiene de una muestra de saliva, de forma totalmente indolora y es apta para cualquier persona y edad.
Se realiza una vez en la vida, la genética no cambia.
Ofrece mayor precisión y profundidad en los resultados.
Dispondrá de su informe de resultados en 6 semanas.
Además de los síntomas principales, estas intolerancias se asocian a diferentes síntomas que desaparecen con una dieta apropiada; algunos de ellos son:
Es una patología autoinmune con predisposición genética, determinada por varios alelos del sistema HLA. La presencia de estos provoca una reacción adversa al gluten en algunas personas. El gluten es una proteína presente en el trigo, centeno, cebada y productos derivados de estos cereales.
La celiaquía se caracteriza por la atrofia de las vellosidades de la mucosa intestinal y por una mala absorción de nutrientes por exposición al gluten que conlleva malnutrición y problemas intestinales entre otros.
La intoleracia a la lactosa (azúcar de la leche) es muy frecuente, producida generalmente por un déficit de lactasa (hipolactasia) que se adquiere con la edad. Cuando la actividad de esta enzima es muy baja, la lactosa no se puede digerir, provocando dolor abdominal, flatulencia y diarrea. La disminución en la producción de lactasa con la edad está determinada genéticamente.
La IHF es una enfermedad genética en la que existe una deficiencia de aldolasa B, enzima que permite la metabolización de la fructosa. Dicha patología impide la correcta digestión de cualquier alimento que contenga fructosa, sacarosa o sorbitol. El consumo de alimentos con estas sustancias puede provocar hipoglucemias graves e insuficiencia hepática y renal grave.
La intolerancia a la histamina es una enfermedad causada por la incapacidad del organismo para degradar la histamina. De esta forma, se acumula en el plasma y se une a los receptores de histamina repartidos por el cuerpo, provocando síntomas muy diversos que afectan a varios órganos. La degradación de histamina se lleva a cabo en el intestino por las enzimas DAO y HNMT, cuya actividad y capacidad de degradación es afectada por la genética.
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